martes, julio 21, 2009

Celular más poderoso que la Apollo XVII

Eugene Cernan, último astronauta (Apollo XVII) que estuvo en La Luna: "Tengo mucha más tecnología en este celular que la que tenía en mis manos en la nave cuando fui a la Luna."

"El programa espacial consume muy poco dinero comparado con otros programas que cuestan mucho y no dan retornos. Hablando de ir a Marte, primero tenemos que invertir en tecnología, la tecnología hoy en día ha evolucionado mucho desde la era Apollo, tengo mucha más tecnología en este celular que la que tenia en mis manos en la nave cuando fui a la Luna."

Entrevista de Andy Jud a Eugene Cernan, comandante de la última misión del programa Apollo, en los blogs del diario Perfil, con motivo de los homenajes por el 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna mediante la Apollo XI.

La potencia de la tecnología. El trasfondo de la política.
Post asociado: Contextos y sentidos. Política, chips y RCT. 10 de octubre de 2008.

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lunes, julio 20, 2009

Entrevista: "La tecnología es nuestra nueva naturaleza"

Una interesante -y diferente- entrevista que me realizara Federico Kukso para Crítica Digital.

"La tecnología es nuestra nueva naturaleza".

Allí hago un repaso por cuestiones intergeneracionales y algunas afirmaciones polémicas que requerirían algún desarrollo extra (luego volveré sobre ellas).

Veamos un extracto.

–Internet dejó de ser una novedad para volverse un medio ambiente.

–Los mismos cambios ocurrieron con la “tecnología libro”, que se desparramó obviamente mucho más lentamente. Toda tecnología en un primer momento atrae, seduce, deslumbra con su potencialidad, lo que vamos a poder hacer con ella. En un segundo momento, aparecen las voces disonantes que comienzan a ver las amenazas al orden establecido.

–Pero ¿se le puede decir que no a la tecnología?

–Creo que no. Fijate: hay chicos que tienen celular pero no DNI. Internet es la tecnología que organiza el sistema productivo, económico, social y familiar de este tiempo que nos toca vivir. Uno no tiene opción de negarse a la tecnología digital. No podés exigir que tu mundo se maneje todo en términos de analógicos.


–Y, a diferencia de los electrodomésticos, internet se metió en nuestro discurso, en nuestra imaginación, moldea nuestra sensibilidad.

–Los individuos ingresan al mundo tecnológico al nacer. En los hogares domina el control remoto. Abundan los pequeños gadgets, cámaras, iPods. La diferencia con otra generación es que ahora la computadora no es la que un día ingresa en la casa. La computadora les preexiste. En la casa hay puertas, ventanas, sillas, televisores, heladeras y computadoras. El mundo infantil es un mundo completamente digitalizado.

–Igualmente hay cierta idealización de la infancia. Como si la época en la que se podía salir a la calle a jugar siempre fue mejor.

–Cada tiempo da lugar a una dinámica social propia. Los tiempos analógicos, predigitales, eran mucho más conservadores, rígidos, estables, aburridos, previsibles, acotados a ciertos parámetros de tiempo y espacio, con adentros y afueras claramente definidos, se acentuaba la idea de la construcción del futuro. Hoy, en cambio, hay flexibilidad, aceleración, incertidumbre, pluralidad y diversidad, potencia creativa, interactividad, heterogeneidad, el reino del presente, el tiempo se redujo a instantaneidad. Hay una cultura del procesamiento permanente. Chau linealidad.

Nota completa: "La tecnología es nuestra nueva naturaleza", por Federico Kukso. Crítica Digital. 09-07-09.

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domingo, julio 12, 2009

Una vez más el celular

Artículo en la revista "Nueva" en el que hacemos algunas consideraciones sobre el /los usos del celular.

"El celular es imprescindible porque organiza nuestra vida. En un pequeño objeto convergen funciones que nos permiten resolver diversas cuestiones. Es un gran facilitador personal”, define Sergio Balardini, psicólogo que integra el programa de estudios de juventud de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). “Frente al nomadismo frecuente, las numerosas actividades en distintos lugares y las agendas complejas y variadas de los adultos, los niños y los adolescentes, el celular cumple una función altamente valorada y efectiva. Concentramos en él comunicación, información y la resolución de tareas pendientes. O sea, es funcional a las necesidades de la vida familiar, social y productiva del presente, además de permitirnos entretenernos en los ‘entretiempos’".

Ante la consulta sobre el eventual potencial "adictivo" del celular, y los temores que esta concepción tan difundida -y poco argumentada- genera, evitamos este término y nos preguntamos, en cambio, por cómo nos relacionamos y 'dependemos' de esta nueva tecnología, como de tantas otras, contrastando con algún absurdo. "Desde esa perspectiva, ¿por qué dependemos de los autos? Es posible vivir sin ellos y, de hecho, mucha gente lo hace. Sin embargo, nadie puede negar que contar con un vehículo facilita el desenvolvimiento social y productivo y el desplazamiento de los individuos. Algo similar puede pensarse sobre el celular, aunque eso no significa que posea, en sí, valores esenciales o que le den sentido a la vida. Los celulares son altamente valorados, aunque, desde luego, hay que reconocer que el marketing hace su juego en la construcción de imágenes que vinculan consumo, novedad, poder tecnológico y valor social".

"El celular modificó la interacción entre los actores de la sociedad del mismo modo que, a su tiempo, lo hicieron aquellos inventos que facilitaron las comunicaciones interpersonales –explica Balardini–. Como positivo, nos permite una mayor vinculación con quienes están distantes. Pero, asimismo, y este es un aspecto polémico, concede un mayor control, ya que no solamente podemos saber dónde están nuestros hijos o familiares, sino que cualquier persona, cuando lo disponga, puede contactarnos. Es decir, modifica nuestra percepción del espacio al hacernos sentir próximos respecto de los otros y nos genera una nueva vivencia de organización de la temporalidad, dado que podemos ser ubicados y ubicar a quien fuera con una simple condición: que el celular esté encendido".

"En la medida en que vivamos en una sociedad tecnocultural y nuestros días continúen tornándose más complejos, con actividades múltiples que nos lleven de aquí para allá, y en un tiempo que nos exige respuestas rápidas, será inevitable la presencia del celular en extensión e intensidad", descuenta Balardini. "En este sentido, las posibilidades de elección personal son relativas, si bien siempre es recomendable reflexionar sobre los modos en que usamos los objetos y las tecnologías, buscando equilibrios y pensando no sólo las cosas que hacemos, sino cómo las hacemos, y aquello que dejamos de hacer en virtud de ello. Hay que tener en claro que lo que está en juego y motoriza la presencia masiva del celular es un tipo de organización social, familiar y productiva, con sus valores asociados".

Artículo completo: "Su majestad el celular"; por Mariano Petrucci. Revista Nueva. 12-07-09

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