jueves, diciembre 17, 2015

Feos, sucios y malos. Publicación del Plan Fénix

El proyecto “Voces en el Fénix”, de la UBA, acaba de publicar un muy interesante número dedicado a reflexionar sobre la realidad de las y los jóvenes, con el provocador título de “Feos, sucios y malos”. Y la aclaración pertinente: “Los jóvenes son uno de los grupos más vulnerables. Como sociedad debemos garantizar el acceso irrestricto a sus derechos porque de ellos dependerá el futuro de todos”. 
Imposible no estar de acuerdo, pero además, nos gustaría agregar: para que vivan un presente digno y lleno de sueños.

Transcribimos aquí, un extracto de la Editorial de su Director, Leandro Abraham Gak.

Ser Joven. Un proceso lleno de dificultades.

(…), vemos con preocupación que sigue habiendo cuentas pendientes de suma importancia, las principales: el acceso al mundo del trabajo y la estigmatización que muchos jóvenes sufren vinculada a la violencia y al delito. Sobre el primer punto, podemos decir que es un problema constante y hasta el momento sin una solución firme y de base. Los y las jóvenes siguen siendo uno de los grupos más afectados a la hora de conseguir un trabajo. La mayoría de quienes lo tienen, lo consiguen de manera temporal, precaria y mal paga. Esto muchas veces está vinculado a una insuficiente trayectoria educativa, pero no es la única causa, ya que es un fenómeno que se replica a nivel global. Lo cierto es que no hay una solución mágica y que las políticas implementadas en los últimos años al respecto no dieron los resultados deseados. Respecto de la vinculación de los jóvenes con las situaciones de inseguridad, su resolución resulta más compleja. Por un lado, una franja importante de la sociedad percibe a los jóvenes como uno de los elementos principales de los problemas vinculados a la inseguridad, sin cuestionar y sin comprender siquiera la complejidad que alberga la problemática de los delitos cometidos por este grupo etario. Por otro lado, las carencias en el área de educación y trabajo, o en lo que se refiere a la contención familiar, convierten a estos grupos en sectores marginados y desamparados haciendo muy difícil, aunque desde ya no imposible, revertir esta condición que muchas veces lleva a los jóvenes a delinquir. 
Los consensos sociales negativos con respecto al tema de la seguridad contribuyen a que los miembros de una comunidad eviten comprometerse y colaborar en la elaboración de políticas que estén a la altura de la complejidad que tiene una problemática tan sensible para el conjunto de la población. (…). Es una responsabilidad de todos, pero principalmente del Estado, garantizar, a partir de la cobertura de educación, trabajo, salud y seguridad y respeto al medio ambiente, y de los adultos que estamos hoy marcando y definiendo hacia dónde vamos como sociedad, para asimismo poder gozar de nuestros derechos y garantías, desarrollándonos integralmente como personas.

Documento completo: "Ser Joven. Feos, Sucios y Malos".


Revista del Plan Fénix. Año 6; Nro 51. Diciembre de 2015.

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